Es asombroso escuchar los análisis que la presidente es capaz de realizar. Aparentemente ella cree que una crisis financiera y real de la economía más grande del mundo no afectará a la Argentina. Para los que quizás creen estos dichos y creen que nuestro país está fuerte frente a la crisis, y cree que aquellos países ultra desarrollados no son un ejemplo a seguir, como dice la señora K los invito a que reflexionemos un poquito.
Empecemos por el final, para hacer honor a nuestra desordenada forma de vivir. Si los Estados Unidos no fuera un ejemplo económico a seguir (quizás no lo es en muchos aspectos, pero sin dudas en lo que respecta a la economía les ha ido mejor que a nosotros) hoy quizás no sería la primera economía mundial. Sería bueno preguntarle a la presidente cuántos años de bonanza cree que deberíamos tener para llegar a tener una economía como la del país del norte. Seguramente más de 30 años. Crisis las tenemos todos, de eso los argentinos sabemos mucho. Lo que importa es cómo se recuperan de esas crisis, qué se aprende de ellas, cómo se aprovechan las nuevas oportunidades. Nosotros, al parecer, no hemos aprendido nada de nuestras crisis porque se repiten una y otra vez, muy parecidas unas a las otras, y buscamos aplicar los mismos remedios y cometemos los mismos errores. Por eso, aunque suene lindo al oído y hoy parezca cierto, sin duda hoy la Argentina no es un modelo a seguir, y, tomando un comentario que leí en una página, quizás el problema de los Estados Unidos es que se está "argentinizando". Como dice el viejo refrán, "mal de muchos, consuelo de tontos".
Respecto a la situación de Argentina frente a la crisis nuevamente hay que analizar que va a ocurrir con la oferta y la demanda. Hoy, Estados Unidos es un gran comprador de productos primarios de Argentina, por lo que una caída en el nivel de actividad de dicho país influirá directamente en una caída en las exportaciones de nuestro país al país del norte. Algunos piensan que podemos venderle lo nuestro a otros y listo. Es posible, pero, si por ejemplo, Estados Unidos disminuye la compra de productos a China e India, es muy probable que la actividad económica en dichos países caiga y por lo tanto tampoco nos quieran comprar a nosotros. en definitiva, la demanda mundial de los productos que nosotros ofrecemos puede caer fuertemente, al igual que los precios, algo que por cierto ya está ocurriendo.
Por el lado de la oferta hay que ver qué puede ocurrir con las importaciones que nuestro país realiza. En un principio podría esperarse que la oferta de importaciones no caiga, pero hay que preguntarse qué puede ocurrir con el dólar y con el precio de las importaciones en dólares. Si la actividad mundial se reciente es de esperar que todos los precios caigan y que por lo tanto se abaraten las importaciones. Pero, por otro lado, si la crisis financiera mundial por alguna razón se transforma en una crisis financiera local que impulse el valor de la divisa norteamericana hacia arriba, las importaciones se encarecerán, caerá la cantidad importada y con ello la producción local de bienes que utilizan insumos importados. Además, la crisis financiera reduce la disponibilidad de crédito externo, más de lo que actualmente se encuentra, dificultando aún más la importación, sobre todo de bienes de capital.
En razón de todo esto resulta muy difícil creerle hoy a nuestra presidente cuando habla, y resulta muy preocupante si ella se cree las cosas que dice.
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